Esta semana se llevó a cabo el segundo encuentro de la capacitación Costos para empresarios Pymes y sus responsables administrativos. En este marco, dialogamos sobre la importancia de la gestión de los costos con el decano FACEA UCC, Marcelo Jaluf quién lleva adelante esta formación junto a la contadora, Carina Quitá.  

Sobre esto, el capacitador afirmó: “La gestión de empresas tiene diferentes dimensiones, pero las más obvias son la dimensión económica y la dimensión financiera. La medición de costos impacta directamente en la gestión económica tanto en cuanto a la búsqueda de mejoras y eficiencias de las diferentes funciones de la empresa como desde el punto de vista de la referencia que su cálculo tiene para la formación y aceptación de precios. El resultado de las operaciones de la empresa queda muy condicionado por la gestión de los costos, imposible sin una adecuada medición”.

En este sentido, recalcó que el conocimiento sobre la gestión de costos debe ser integrado a la gestión de la estrategia de negocios, es decir, “decir la de la posición competitiva que eligió tener la empresa en relación con sus competidores, basada en algún elemento diferenciador que queda totalmente asociado a un costo determinado”.

En efecto, subrayó que, si la posición competitiva se basa en un atributo de calidad, esta decisión representará la aceptación de los costos para lograr ese atributo que “deberá ser compatible con los precios que ese mercado valida” y acentuó: “Sin mediciones no será posible identificar si tal estrategia resulta sostenible desde el resultado que se obtiene”.

Sobre el impacto de los costos en la sostenibilidad de la empresa, Jaluf apuntó: “No hay acciones de adecuación dinámica al sector de actividad de la empresa si no hay medición (con propósito de planificación y control) de los costos, actividad por actividad de la cadena de valor. La rentabilidad no ocurre por factores externos de casualidad, es producto de la gestión y debería poder planificarse, lo que implica hacer el esfuerzo de proyectar ventas y proyectar costos. Y sin rentabilidad, la empresa no podrá sostenerse en el tiempo”.

Sobre la fijación de precios, mencionó que puede pensarse dos grupos de negocios aquellos que toman el precio que el mercado establecer y, el otro grupo, que está en condiciones de estableces márgenes para agregar a sus costos y establecer así los precios. En este sentido, aseguró que en ambos casos es fundamental medir los costos para verificar que al precio que el mercado valida se logra rentabilidad en un caso, o para establecer el precio que resulta conveniente en relación con lo que los clientes aceptan preferentemente por sobre los de la competencia.  

En torno a la competitividad, destacó: “Las funciones y propuestas de valor de la empresa que generan ventaja competitiva, son, normalmente, generadores de costos. Que esas propuestas sean aceptadas por los clientes y que resulten conveniente económicamente para la empresa es algo que se debería medir de manera sistemática, evitando agregar atributos y funciones que el mercado no valida con plus de precios”.

En cuanto a la coyuntura y las fluctuaciones que atraviesan las pymes, resaltó la importancia de mantener “una mirada simultanea sobre costos y sobre mercado”. “La volatilidad de las estructuras de precios de Argentina en los últimos años ha deteriorado significativamente los precios relativos de las diferentes cadenas industriales y comerciales y en este momento impera revisar las estructuras de costos y las relaciones competitivas respecto de rivales y clientes. Si el costo de los materiales e insumos cambia, debe impactar en los precios en su justa medida y verificando la reacción de la demanda. No siempre la cobertura excesiva en el corto plazo es una movida inteligente en el largo plazo”, ratificó.

Para finalizar, habló sobre los sistemas que pueden implementarse para gestionar costos. En este marco, afirmó que los sistemas enlatados son útiles. No obstante, aseveró: “los softwares no trabajan por los administradores, no los sustituyen ni en acciones ni en decisiones. Para que sume calidad de gestión e información de las operaciones, hay que lograr un cambio cultural de gestionar por mediciones e indicadores financieros y no financieros. Un buen software, requiere procesos definidos, personas capacitadas y tecnología apropiada”.

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